Mayte G. Segura
Descubrí, “por casualidad”, el Yoga hace ya mucho tiempo, cuando no era tan “famoso”. Desde entonces se ha convertido en parte inseparable de mí. En 1988 comienzo a enseñarlo en mi ciudad, Cuenca, y a día de hoy continúo enseñando - aprendiendo esta práctica tan milenaria como actual. Tan profunda como transformadora. Todo lo que pueda decir sobre Yoga, se queda corto. No deja de sorprenderme la magnitud de su sabiduría. Para mí ha sido, es y será mi mejor terapia, mi medicina, mi alegría. Siempre encuentro en el Yoga lo que necesito. Siempre me encuentro en él. ¡GRACIAS! |